El ruido es un pitido molesto, pero lo que perturba no es tanto el ruido en sí, sino la propia continuidad del mismo que, en muchos casos, puede darse por largas horas. Es ahí cuando, dicen los pacientes que tuvieron casos graves de tinnitus, el síntoma se vuelve prácticamente insoportable.
El tinnitus o acúfeno es descrito por aquellos que lo han sentido como un pitido, zumbido, rugido o siseo, pero con la particularidad de no ser causado por ninguna fuente acústica externa. Quien lo sufre escucha estos ruidos en uno o ambos oídos y en algunos casos puede percibir que los sonidos están dentro de su cabeza.
Luis Miguel sabe de qué se trata este síntoma. En el caso del popular cantante, su condición se desencadenó a partir de un accidente que dañó su oído, aparentemente, durante un recital. Luis Miguel, la serie, que recorre la vida del reconocido artista, muestra la manera en que él comienza a sufrir de esta condición auditiva que es más común de lo que se cree.
Pero, ¿Qué es exactamente el tinnitus? “Es la percepción de sonidos sin fuente sonora. Se escucha un ruido en los oídos o como si estuviera dentro de la cabeza pero no hay una fuente externa que lo genere. Suele hacer a las personas preguntar a alguien más si escuchan ese mismo sonido, pero solo el paciente escucha el tinnitus. Genera una molestia permanente”, explica a Infobae Mario Zernotti, Médico Especialista en Otorrinolaringología de MED-EL.
Cuando el tinnitus no desaparece, lo recomendable es evaluar la audición. En muchos casos, es posible controlar completamente el tinnitus; en otros, en cambio, se convierte en una afección crónica capaz de afectar el sueño y las funciones diarias. Afortunadamente, existen alternativas para reducir sus efectos.
Algunos estudios han demostrado que afecta a entre el 10 y el 25% de los adultos y hasta el 30% de los mayores de 55 años. Es por ello que está estrechamente relacionado con la pérdida de la audición: el 85% de las personas que lo padecen también declaran haber perdido la audición, y hasta el 86% de los adultos con pérdida auditiva bilateral que deciden recibir un implante coclear tienen acúfenos.
El tinnitus, además de ser molesto, se ha demostrado científicamente que afecta significativamente a la audición. En casos en que la molestia es pasajera y dura solo unos minutos puede ser considerado normal, pero se vuelve un trastorno cuando se da de manera constante o recurrente, ya que puede causar problemas para dormir, concentrarse y realizar actividades cotidianas.
¿Cómo e genera este ruido molesto? La doctora Gayla L. Poling, del área de Otorrinolaringología de Mayo Clinic en Rochester, Minesota, dice que “se desconoce la causa del tinnitus, pero una posibilidad es que sea el resultado de un daño en las células del oído interno. Esta posibilidad nace del hecho de que alrededor del 90% de las personas con tinnitus han perdido un poco la audición a consecuencia del ruido”. “El ejemplo más típico es ir a una fiesta o boliche y, después de estar sometidos a ruidos muy intensos, terminamos sintiendo ese zumbido, lo normal es que después de varias horas de descanso ese sonido desaparezca, pero lo que pasó es que alguna célula del oído interno se lesionó”, opina Zernotti. Cuando eso sucede, como primera medida, sentimos ese zumbido.
“Es como alarma porque el ruido fuerte cierra las arterias terminales (las más finitas) razón por la cual no está pasando suficiente oxígeno. Pasadas algunas horas de oxigenación ese tinnitus se va. Después de someterse reiteradas veces a ruidos intensos, aunque sea de orden recreacional u otros motivos, ese zumbido se va quedando guardado en el sistema nervioso central. Ahí el zumbido deja de pertenecer al oído y pasa a ser producto de esa grabación que queda en el sistema nervioso, eso se llama representación central del zumbido, es como una memoria que queda en la cabeza y va apareciendo principalmente al estar en silencio, cuando no hay ruido ambiental que tape el sonido”, agrega Zernotti.
La doctora Analía Nicassio, médica otorrinolaringóloga y especialista en acúfenos, explica a Infobae que este síntoma prevalente “se describe en tasas entre el 10-20% de la población. La mayoría de las personas lo registran como un estímulo no significativo pero un 5% tiene un acúfeno problema y el 1% tiene un acúfeno severo que se acompaña de síntomas de la esfera emocional como frustración, estrés, insomnio, ansiedad, depresión lo que lo transforma en una importe carga para la salud y un alto impacto a nivel socioeconómico”.
Dice Nicassio: Los acúfenos aumentan su prevalencia con la edad y con la exposición al ruido. La prevalencia es mayor en los hombres pero esta proporción se invierte en los casos severos donde es más frecuente en las mujeres. En resumen la edad, el género y la hipoacusia son factores de riesgo asociados con acúfenos”.
Carolina Binetti, jefa de Servicio de Otorrrinolaringología del Hospital Británico, explica a Infobae a este síntoma puede afectar a gente de todas las edades. “Tenemos en el Hospital consultas de niños, de adolescentes y de adultos mayores, en lo que se llama daño por ruido. Si bien puede afectar a 15% de la población, hay quienes hablan de hasta 30. Se considera que el 2% de esa población el acúfeno se vuelve intolerable. La persona, en vez de sentir el acúfeno, lo padece. Y eso le genera una gran molestia en su vida cotidiana. Uno no puede huir de ese sonido”, apunta Binetti.
El tinnitus también puede derivar de una obstrucción por cerumen, de cambios óseos en el oído medio (otoesclerosis) o del efecto secundario de varios medicamentos. “Entre otras afecciones relacionadas con el tinnitus están las siguientes: traumatismo en la cabeza o conmoción cerebral; afecciones del oído interno, como la enfermedad de Ménière o un neuroma acústico; lesiones de la cabeza o del cuello, y problemas con la articulación donde el hueso de la mandíbula se une con el cráneo (articulación temporomandibular). La hipertensión y otros factores que aumentan la presión arterial, como el estrés o el consumo de alcohol y cafeína, pueden hacer más notorio al tinnitus”, explica Poling.
En cuanto a tratamientos, existen terapias sonoras de relajación y terapias de reentrenamiento auditivo que dan buenos resultados. En la mayoría de los casos a lo que se apunta no es a eliminar el sonido sino a dar herramientas al paciente para que aprenda a convivir con el zumbido y pueda soportarlo.
“El tratamiento es un desafío para los otorrinolaringólogos”, afirma la doctora Nicassio. “Es importante la contención del paciente, la información muchas veces ayuda a cortar un circuito negativo que favorece la persistencia del acúfeno. La terapia cognitivo conductual ayuda a revertir el significado negativo del acúfeno. Por otro lado la estimulación auditiva en cualquiera de sus formas ayuda a los pacientes a reconocer al acúfeno como un síntoma no significativo. Podemos realizar terapia de reentrenamiento auditivo, terapia sonora secuencial o la utilización de audífonos si la pérdida auditiva lo requiriera. Los tratamientos farmacológicos siguen en estudio, aún no contamos con un fármaco específico para el acúfeno, aunque si podemos utilizarlos para mejorar los síntomas asociados”, explica.
“Hay muchos tratamientos para esto. El tratamiento psicológico ayuda mediante una terapia conductual-cognitiva a aceptar que existe ese sonido y a negociar la tolerancia para aprender a convivir con eso. No disminuye el zumbido sino que trabaja la tolerancia del paciente para que lo pueda soportar. Por otro lado, las nuevas terapias sónicas o sonoras se basan en aparatos que generan un ruido contrario, lo tapan o “enmascaran” y hacen que se vaya olvidando el ruido, se produce una especie de atenuación del zumbido, muchas veces lo hace tolerable o hasta puede llegar a desaparecer”, dice en la misma línea Zernotti.
“Son diversos los tratamientos que dependen de la causa. Hay tratamientos con medicación y musculares, porque hay personas que tienen el síntoma cuando tiene contracturas musculares o bruxismo. Hay tratamientos sonoros. Lo que es mas importante es que cada persona conozca el origen acúfeno. Hay personas que con saber el origen eso los tranquiliza mucho y hace que disminuya la molestia. En el Hospital Británico tenemos une equipo importante para trabajar con personas que tienen trastornos de la audición o el equilibrio que padecen acúfenos. La verdad es que la respuesta al tratamiento varía en cada persona, pero se logra bajar el nivel de volumen del acúfeno y permite que el paciente siga con su vida habitual sin mayores problemas”, dice Binetti.
La mayoría de los casos de tinnitus no tienen cura, pero muchas personas logran controlarlo y el objetivo casi siempre es reducir la conciencia del tinnitus. “Cuando el tinnitus se debe a una enfermedad, el médico podría recomendar algunas medidas para disminuir el ruido, tales como extraer el exceso de cerumen, tratar una afección vascular escondida o cambiar los medicamentos si alguno de ellos contribuye al problema”, explican desde Mayo Clinic.
De igual manera, existen varias terapias esperanzadoras para controlar el tinnitus, tales como dispositivos de terapia musical y métodos de control del tinnitus, terapias para reentrenamiento del tinnitus que implican usar dispositivos para “entrenar al cerebro” a ignorar el tinnitus, y terapia cognitivo conductual que se enfoca en reemplazar los pensamientos negativos con positivos para modificar la reacción ante el tinnitus.
El tinnitus o acúfeno es descrito por aquellos que lo han sentido como un pitido, zumbido, rugido o siseo, pero con la particularidad de no ser causado por ninguna fuente acústica externa. Quien lo sufre escucha estos ruidos en uno o ambos oídos y en algunos casos puede percibir que los sonidos están dentro de su cabeza.
Luis Miguel sabe de qué se trata este síntoma. En el caso del popular cantante, su condición se desencadenó a partir de un accidente que dañó su oído, aparentemente, durante un recital. Luis Miguel, la serie, que recorre la vida del reconocido artista, muestra la manera en que él comienza a sufrir de esta condición auditiva que es más común de lo que se cree.
Pero, ¿Qué es exactamente el tinnitus? “Es la percepción de sonidos sin fuente sonora. Se escucha un ruido en los oídos o como si estuviera dentro de la cabeza pero no hay una fuente externa que lo genere. Suele hacer a las personas preguntar a alguien más si escuchan ese mismo sonido, pero solo el paciente escucha el tinnitus. Genera una molestia permanente”, explica a Infobae Mario Zernotti, Médico Especialista en Otorrinolaringología de MED-EL.
Cuando el tinnitus no desaparece, lo recomendable es evaluar la audición. En muchos casos, es posible controlar completamente el tinnitus; en otros, en cambio, se convierte en una afección crónica capaz de afectar el sueño y las funciones diarias. Afortunadamente, existen alternativas para reducir sus efectos.
Algunos estudios han demostrado que afecta a entre el 10 y el 25% de los adultos y hasta el 30% de los mayores de 55 años. Es por ello que está estrechamente relacionado con la pérdida de la audición: el 85% de las personas que lo padecen también declaran haber perdido la audición, y hasta el 86% de los adultos con pérdida auditiva bilateral que deciden recibir un implante coclear tienen acúfenos.
El tinnitus, además de ser molesto, se ha demostrado científicamente que afecta significativamente a la audición. En casos en que la molestia es pasajera y dura solo unos minutos puede ser considerado normal, pero se vuelve un trastorno cuando se da de manera constante o recurrente, ya que puede causar problemas para dormir, concentrarse y realizar actividades cotidianas.
¿Cómo e genera este ruido molesto? La doctora Gayla L. Poling, del área de Otorrinolaringología de Mayo Clinic en Rochester, Minesota, dice que “se desconoce la causa del tinnitus, pero una posibilidad es que sea el resultado de un daño en las células del oído interno. Esta posibilidad nace del hecho de que alrededor del 90% de las personas con tinnitus han perdido un poco la audición a consecuencia del ruido”. “El ejemplo más típico es ir a una fiesta o boliche y, después de estar sometidos a ruidos muy intensos, terminamos sintiendo ese zumbido, lo normal es que después de varias horas de descanso ese sonido desaparezca, pero lo que pasó es que alguna célula del oído interno se lesionó”, opina Zernotti. Cuando eso sucede, como primera medida, sentimos ese zumbido.
“Es como alarma porque el ruido fuerte cierra las arterias terminales (las más finitas) razón por la cual no está pasando suficiente oxígeno. Pasadas algunas horas de oxigenación ese tinnitus se va. Después de someterse reiteradas veces a ruidos intensos, aunque sea de orden recreacional u otros motivos, ese zumbido se va quedando guardado en el sistema nervioso central. Ahí el zumbido deja de pertenecer al oído y pasa a ser producto de esa grabación que queda en el sistema nervioso, eso se llama representación central del zumbido, es como una memoria que queda en la cabeza y va apareciendo principalmente al estar en silencio, cuando no hay ruido ambiental que tape el sonido”, agrega Zernotti.
La doctora Analía Nicassio, médica otorrinolaringóloga y especialista en acúfenos, explica a Infobae que este síntoma prevalente “se describe en tasas entre el 10-20% de la población. La mayoría de las personas lo registran como un estímulo no significativo pero un 5% tiene un acúfeno problema y el 1% tiene un acúfeno severo que se acompaña de síntomas de la esfera emocional como frustración, estrés, insomnio, ansiedad, depresión lo que lo transforma en una importe carga para la salud y un alto impacto a nivel socioeconómico”.
Dice Nicassio: Los acúfenos aumentan su prevalencia con la edad y con la exposición al ruido. La prevalencia es mayor en los hombres pero esta proporción se invierte en los casos severos donde es más frecuente en las mujeres. En resumen la edad, el género y la hipoacusia son factores de riesgo asociados con acúfenos”.
Carolina Binetti, jefa de Servicio de Otorrrinolaringología del Hospital Británico, explica a Infobae a este síntoma puede afectar a gente de todas las edades. “Tenemos en el Hospital consultas de niños, de adolescentes y de adultos mayores, en lo que se llama daño por ruido. Si bien puede afectar a 15% de la población, hay quienes hablan de hasta 30. Se considera que el 2% de esa población el acúfeno se vuelve intolerable. La persona, en vez de sentir el acúfeno, lo padece. Y eso le genera una gran molestia en su vida cotidiana. Uno no puede huir de ese sonido”, apunta Binetti.
El tinnitus también puede derivar de una obstrucción por cerumen, de cambios óseos en el oído medio (otoesclerosis) o del efecto secundario de varios medicamentos. “Entre otras afecciones relacionadas con el tinnitus están las siguientes: traumatismo en la cabeza o conmoción cerebral; afecciones del oído interno, como la enfermedad de Ménière o un neuroma acústico; lesiones de la cabeza o del cuello, y problemas con la articulación donde el hueso de la mandíbula se une con el cráneo (articulación temporomandibular). La hipertensión y otros factores que aumentan la presión arterial, como el estrés o el consumo de alcohol y cafeína, pueden hacer más notorio al tinnitus”, explica Poling.
Tratamientos
La aparición del acúfeno está asociada con la afectación de la audición pero su persistencia en el tiempo esta relacionada con la participación de otros sistemas no auditivos, relacionados con la atención, memoria y las emociones. “Esto puede afectar a los pacientes en su contexto familiar, laboral y personal. Produciendo alteraciones del sueño, trastornos de ansiedad y depresión o agravando dichos síntomas si ya los padecía el paciente”, dice Nicassio.En cuanto a tratamientos, existen terapias sonoras de relajación y terapias de reentrenamiento auditivo que dan buenos resultados. En la mayoría de los casos a lo que se apunta no es a eliminar el sonido sino a dar herramientas al paciente para que aprenda a convivir con el zumbido y pueda soportarlo.
“El tratamiento es un desafío para los otorrinolaringólogos”, afirma la doctora Nicassio. “Es importante la contención del paciente, la información muchas veces ayuda a cortar un circuito negativo que favorece la persistencia del acúfeno. La terapia cognitivo conductual ayuda a revertir el significado negativo del acúfeno. Por otro lado la estimulación auditiva en cualquiera de sus formas ayuda a los pacientes a reconocer al acúfeno como un síntoma no significativo. Podemos realizar terapia de reentrenamiento auditivo, terapia sonora secuencial o la utilización de audífonos si la pérdida auditiva lo requiriera. Los tratamientos farmacológicos siguen en estudio, aún no contamos con un fármaco específico para el acúfeno, aunque si podemos utilizarlos para mejorar los síntomas asociados”, explica.
“Hay muchos tratamientos para esto. El tratamiento psicológico ayuda mediante una terapia conductual-cognitiva a aceptar que existe ese sonido y a negociar la tolerancia para aprender a convivir con eso. No disminuye el zumbido sino que trabaja la tolerancia del paciente para que lo pueda soportar. Por otro lado, las nuevas terapias sónicas o sonoras se basan en aparatos que generan un ruido contrario, lo tapan o “enmascaran” y hacen que se vaya olvidando el ruido, se produce una especie de atenuación del zumbido, muchas veces lo hace tolerable o hasta puede llegar a desaparecer”, dice en la misma línea Zernotti.
“Son diversos los tratamientos que dependen de la causa. Hay tratamientos con medicación y musculares, porque hay personas que tienen el síntoma cuando tiene contracturas musculares o bruxismo. Hay tratamientos sonoros. Lo que es mas importante es que cada persona conozca el origen acúfeno. Hay personas que con saber el origen eso los tranquiliza mucho y hace que disminuya la molestia. En el Hospital Británico tenemos une equipo importante para trabajar con personas que tienen trastornos de la audición o el equilibrio que padecen acúfenos. La verdad es que la respuesta al tratamiento varía en cada persona, pero se logra bajar el nivel de volumen del acúfeno y permite que el paciente siga con su vida habitual sin mayores problemas”, dice Binetti.
La mayoría de los casos de tinnitus no tienen cura, pero muchas personas logran controlarlo y el objetivo casi siempre es reducir la conciencia del tinnitus. “Cuando el tinnitus se debe a una enfermedad, el médico podría recomendar algunas medidas para disminuir el ruido, tales como extraer el exceso de cerumen, tratar una afección vascular escondida o cambiar los medicamentos si alguno de ellos contribuye al problema”, explican desde Mayo Clinic.
De igual manera, existen varias terapias esperanzadoras para controlar el tinnitus, tales como dispositivos de terapia musical y métodos de control del tinnitus, terapias para reentrenamiento del tinnitus que implican usar dispositivos para “entrenar al cerebro” a ignorar el tinnitus, y terapia cognitivo conductual que se enfoca en reemplazar los pensamientos negativos con positivos para modificar la reacción ante el tinnitus.
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